Desde mayo, muchos clubes formativos empiezan su particular «mercado de fichajes». Llamadas, ofertas, tentaciones. Es la época del teléfono caliente. Y no lo critico. Cada club tiene su forma de hacer las cosas. Pero la nuestra es distinta.
En Les Fonts no llamamos a niños para que vengan. No buscamos jugadores. Somos una rara avis, lo sabemos. Pero no lo hacemos por orgullo ni por falta de ambición. Al contrario, nos alegra que otros clubes llamen a nuestros jugadores. Significa que algo estaremos haciendo bien.
Lo que sí hacemos es abrir nuestras puertas. Si alguien quiere venir, será bienvenido. Pero tiene que ser por decisión propia, no porque alguien le haya insistido por teléfono.
Nuestra forma de ver el fútbol es otra. Más de barrio, más orgánica. Creemos que, en la medida de lo posible, los niños deben crecer en su entorno. Y si vienen de fuera, que sea por voluntad propia, no por una estrategia de deslocalización deportiva.
Quizás eso nos deje fuera de ciertas guerras por el talento. Quizás. Pero preferimos crecer desde dentro. Con nuestra base. Con tiempo, sin prisas, sin gastar lo que no tenemos, ni hacer gastar lo que no toca a las familias.
Porque competir está bien. Pero no a cualquier precio.

